Slim Shady no ha vuelto

Marshall Matters, también conocido como Eminem, regresó a la escena musical con Revival , una colección desesperada de canciones redundantes y colaboraciones con artistas de primera línea. El hombre que se espera que entregue una verdad astuta, cortante y dolorosa es reemplazado por un artista con un álbum sobreproducido que elige cantidad sobre calidad.

Este es un LP doble, la mitad lleno de impresionantes nombres pop que se supone cubren la falta de sustancia. Incluso la producción de Rick Rubin no pudo aplastar la monotonía del sonido y la letra. Eminem se repite a sí mismo a lo largo del disco como si estuviera tratando de convencernos de que es un apasionado de los temas sobre los que canta: angustia, familia y Estados Unidos de Trump. Probablemente es consciente de cuán falso se ha vuelto considerando que persistentemente se refiere a sus fases previas, mientras que todavía tenía integridad artística y dignidad. Él es más pop que rap ahora. Es un tipo que quiere agradar a las personas cuya canción favorita de 2017 fue Despacito . Para ser honesto, los invitados de Revival han dado lo mejor de sí para satisfacer las expectativas del otrora brillante MC, pero si falla, no podemos esperar que nadie más lo sobrecompense. Entonces, ¿cuál es el problema?

Todos los temas, muestras, características y producción son obsoletos y no difieren de cualquier cosa con la que nos hayamos sentido abrumados durante los últimos años. Eminem suena como un rey de la regurgitación que está decidido a aburrirte con un álbum de dos horas de duración. Quiero decir, tal vez estoy esperando demasiado de este veterano del rap, pero seamos objetivos: Eminem es inconsistente y sumiso a las tendencias. Es por eso que tiene más invitados que versos sólidos.